14 may 2009

Las bombas tienen fecha de caducidad

Hubo una vez un grupo. Hubo una vez un grupo que combinó, a su manera, a Rage Against the Machine, a los Beastie Boys, el albur, el virtuosismo, la güarrez, la irreverencia (la verdadera, no la de comendiante de Televisa) y el descontento. (Además eran producidos por el Rey Midas del rock en español: Gustavo Santaolalla) En resumen: un grupo de Rock. ¿Suena maravilloso ,no? Pero así fue. Y pasó aquí. En México.

Ese grupo fue Molotov. El grupo más importante que se dio en los noventas tardíos en este país. ¿Recuerdan la euforia? De pronto todo mundo sabía de ellos. Yo iba en la primaria y sabía de ellos, y eso es mucho saber. Todos tenían una posición: los fans, los fans de closet, los fans de chocolate y los antifans. No había de otra.

Si Molotov fue importante fue porque logró una fórmula rápida y certera: Aprovechándose del rap-metal de moda en aquel tiempo, se hicieron de riffs pesados, letras pegajosas, groserías y mucha, mucha denuncia. Inaudito en nuestra historia musical desde....mmmm...¿el corrido de la Revolución? Eso, la denuncia, fue su punto más fuerte. Decían lo que todos pensaban, y, por supuesto, nadie decía en los medios. "Gimmie Tha Power" fue La Canción de esos años. Pésimo video, eso sí. Sin embargo esa canción cambió a muchos. Cuando la oí me enteré que mi país era una vergüenza. No antes, no después. Y México sigue siendo vergonzoso. Con esa música aprendí a enojarme. Grave defecto, supongo. Pero es de esos pocos defectos que aspiran a virtud. No conseguida, claro.

Recuerdo cuando prohibieron el disco. "¿Dónde jugarán las niñas?" ¿Así o mejor el título? ¿Así o mejor la portada? ¿Qué habrá pensado Fher de Maná?: ¿"Al fin de mí salió una buena idea"? Para ser precisos, recuerdo a una señora en la tele pidiéndole a Zedillo que prohibiera esa música que "enviciaba a los jóvenes". Esa señora era bastante prudente y sensata: el descontento social en los jóvenes es un vicio fuerte. Peor que las drogas. Por eso mejor esa mierda la legalizamos, ¿no?

Lo recuerdo y me enojo. Molotov, víctimas de su propia fórmula, pasaron de ser bomba a cohete. Dosis industriales de Suavitel hicieron lo suyo y de "El Canal de las Estrellas" pasaron a promocionarse en Televisa. Perfumaditos, con olor a hogar y televisión dejaron de ser. Sus razones tuvieron tal vez. Eso no importa. Lo que importa es que ellos se fueron y el descontento dejó de estar de moda. Importa que ellos se fueron y nadie vino a reemplazarlos. Sólo se quedaron los problemas, las quejas; nadie para decirlas.

Saludos.

Addenda 18/05/09: Volví a ver el video. Es muy bueno. Sólo que es muuy de los noventas. Y en cuanto a la moda del descontento, lo malo es que sólo fue una moda. Apenas sirvió para sacar al PRI de los Pinos, no alcanzó a corregirnos como país.

7 comentarios:

Roberto Cruz Arzabal dijo...

Uy, el último párrafo es demoledor. Bien Lalo, bien. Yo también comencé a enunciar muchas denuncias (y la emoción que las congrega) con Molotov (y mira que soy ya más mayor que tú). Vi también cómosu fórmula iba cayendo en el autoplagio, en el humor involuntario, en el cliché del macho chicho. La situación no cambió, como bien dices, Molotov tampoco. Creo que nosostros sí cambiamos, nos anestesiamos, dejamos de gritar y de exigir, creo que en el peor de los casos nos quedamos como Molotov, con guerrillas suavitel y marchas por donde no da el sol. Al fin y al cabo, dejamos que su denuncia se hiciera la nuestra, así también que su vendimia nos enorgulleciera. ¿Cuántos no festinaron su actuación en el último Coachella como si fuera un logro nacional, un mérito de la protesta y la izquierdas tercermundistas?

Nayeli G dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Tenía ocho años cuando salió "¿Dónde jugarán las niñas?". Tanto a mi hermano como a mí nos gustaba mucho el video de Voto Latino, porque nos provocaba una suerte de efervescencias pre-adolescentes nunca antes imaginadas; una extraña sed de decir, de refutar, de lamentar con rabia y sin melancolía.
Recuerdo que compramos el cassette en Discolandia (Proud to be 90's), y como sabíamos que si a nuestros padres les explicabamos la lírica molotovera nos iban a mandar por un tubo, cuando llegamos a la tienda, mi hermano lo buscó, lo pagó, y al momento que mi madre le preguntó de quién era el disco, creo que le dijo el nombre de algun grupo de pop del momento (pudo ser cualquiera: Kabah, Onda Vaselina, Timbiriche... finalmente es lo mismo, jejeje). Yo moría de nervios; cuando tienes menos de 10 años, el boleto al último círculo del infierno es engañar a tus papás xD.
Después le pusimos otra portada, porque eran cuatro; la de la secundariana cachonda, la sopa de letras, la chica con lentejuelas y un fondo cuadriculado que sólo decía "Molotov". Optamos por la última.
Mucha razón tiene Nayeli; los artistas pragmáticos aumentan su número. Pero igual que un cóctel molotov, al final su explosión es más ruido que incendio.
Gracias por el comment pasado. En lo personal siento la primera estrofa muy distraída, pero para serte sincera ya no se me ocurre qué hacerle. Eliud sabe que ese poema me tiene en la cima de la desesperación :S. Saludos.

M J J dijo...

Hola Edu, tu texto de "poesía y tiempos de crisis" me anidó la idea de escribir algo sobre nuestra poesía. Ve la entrada en mi blog. Me gustaría tu opinión. Un saludo y abrazo.
Quién es José de J. Jiménez? Si soy yo porque me dices despechado? jajaja

Yareli dijo...

Uuuh, claro, Molotov era la onda cuando estába por ahí de tercero o cuarto de primaria, si mal no recuerdo.

Jaja, aún recuerdo cuando en mi salón los niños cantaban "puto" en el receso, guardando para sí con cierto celo un sentimiento que no he vuelto a ver desde entonces.

Me hiciste recordar buenos momentos, saludos y un abrazo!

Unknown dijo...

Molotov salió cuando iba en la secundaria, la portada del disco me abrió un mundo de posibilidades, jajaja... ya en serio, desde entonces no me entraba el rock en español salvo contadas excepciones (siempre han sido Soda Stereo y Caifanes) por la simple razón de que siempre me daba la impresión que repetían lo que los británicos o gringos, vamos lo que ahora decimos que es "región 4".

Sin embargo, me gustó Molotov,fue más por morbo, por escándalo, pero sobre todo por sentir que prendían en mi cerebro puberto la mecha contestaría que por simple contexto (John Lennon) o por temprano escepticismo (Kurt Kobain) músicos de otras latitudes y tiempos no lograban encender. Me traen recuerdos adolescentes, y sí "Gimmie Tha Power" es la onda por las razones que dices Eduardo, su última buena canción fue "Frijolero" aunque entonces ya estaban más vendidos que el Excélsior en tiempos de Martita Fox.

No me desilusionó que se vendieran ni que ahora salgan en telerisa y en los comerciales de cerveza indio (la cosa es buscarle), para entonces ya había empezado a desilusionarme de todo y yo sí me tomé en serio a Noel Gallagher cuando cantaba "So please don't put your life in the hands of a rock'n' roll band who'll throw it al away", y la verdad si la banda que tocaba esa canción jamás lo ha merecido mucho menos "Motolov" (como una vez me dijeron en ticketmaster hace como 10 años), y tal vez el mayor de los Gallagher tenga razón incluso si cambiamos a la banda de rock por colectivos de poetas.

Unknown dijo...

... por cierto, siempre dude mucho de los músicos (y también de pintores, poetas, etc) que pretenden hacer escándalo. Tal vez la excepción sean Bowie y Suede, pero a ellos los conocí cuando ya habían pasado sus épocas escandalosas (la del Ziggy Stardust y entre 1991 y 1996, respectivamente)y los discos emblemas de aquellos escándalos habían probado ser más que trucos publicitarios.


En los 90 hubo muchos músicos que como dice Aurora "su explosión es más ruido que incendio", y Molotov fue uno de ellos, de hecho en aquel entonces esa era la tirada de muchas bandas mexicanas (Riesgo de contagio, Sekta Core, Resorte, todos esos), aunque también hay muchos ejemplos igual o más lamentables en inglés, empezando por Marilyn Manson y tal vez incluso Nirvana, en cuyo caso la muerte le sentó muy bien a Cobain por duro que esto suene.

(Hoy ando más ácido que de costumbre, lo siento)