26 nov 2008

Nadie puede soportar un exceso de realidad

Difíciles tiempos estos para vivir, para ser hombres, para hacer el intento de que el día no pase sobre ti. Difíciles, sí. Para todos. Difíciles, pero también alegres para mí. Aunque mi mucha o poca alegría no es el tema de hoy. Mejor me concentro.

Son dos cosas las que particularmente me impactaron del día de hoy. Iba en el Metro camino al Centro y me fijé en los anuncios adentro de los vagones. Uno de ellos decía: "Porque nos interesa tu vida, pena de muerte para asesinos y secuestradores. Partido Verde". ¿Acaso no notan algo extraño?


Pena de muerte. Sé que mucha gente piensa que el que a hierro mata, a hierro muere. Sin embargo de ningún modo podría estar de acuerdo con que se impusiera una medida así. Primero por la ineficiencia de nuestros sistemas de seguridad; no sólo no serían muertos los delicuentes, sino que, muy probablemente, terminarían ejecutando más justos que pecadores. Y segundo porque, como diría un escritor del siglo XIX en uno de los capítulos más romanticos y cursis de nuestra historia nacional, "los valientes no asesinan". En esas cuestiones no sólo hay que ser justos: hay que ser magnánimos, y eso implica no rebajarse al nivel de los delitos que se quieren castigar.


Segunda cosa espeluznante del día de hoy: la noticia de primera plana del Milenio. En una visita
a un mini-súper, alcancé a ver de soslayo el periódico. De primer momento no capté gran cosa, algo sobre corrupción y Muriño. (Sí, a ESO voy.) Antes de salir volví a revisar el periódico. El titular me parecía claro y contundente: "Corrupción mató a Muriño: Función Pública".

A más de uno nos pareció razonable y hasta obvio la hipótesis de que a Muriño lo mató el narco. Ciertamente me convencé aún la idea. Es seductora porque explica a la perfección el asunto. Sin embargo, después de investigar un poco en blogs de aviación, me parece cierta la explicación del Gobierno; que a Muriño lo mató el error de un piloto inexperto. La transcripción y el audio de la conversación en cabina me parece fiel; no necesito oir los gritos de 8 personas para creerles. Incluso dudaría más de la veracidad de la explicación y si hubieran caído en tan morboso acto.


Lo cierto es que si un piloto inexperto llegó a ser el que conducía el avión del Secretario de Gobernación, y eso fue gracias a la corrupción, nepotismo o tráfico de influencias es mucho más preocupante e impactante que el narco. Eso dejaría claro cuál es el verdadero problema del país; de hecho el narco es posible, en gran medida, a la corrupción. Si se le razona un poco resulta que la teoría menos descabellada es la más escalofriante.


Encuanto al accidente y las hipótesis, un evento de esta naturaleza saca lo peor de muchos y los peores miedos de otros. El mismo día del accidente en la página de La Jornada, en la sección de comentarios con relación a la noticia, de 400 comentarios 300 celebraban la muerte de Muriño. No era de mi agrado, jamás hubiera votado por él, pero una muerte, y más como la que le ocurrió al Secretario y a todos los que tuvieron la mala suerte de esta ahí, no se le desea a nadie.


Por otro lado, nuestros miedos, como ya dije, salieron a relucir con el accidente. Ya Octavio Paz decía que los mexicanos eran devotos de las teorías de la conspiración. Lo sorprendente es el porqué. Pareciera que nos inventamos la vida oculta, lo que pasa en lo oscurito, lo que gobierna nuestras vidas y que no podemos ver, porque necesitamos tener una explicación de las cosas que no podemos controlar, necesitamos saber que los aviones no caen por sí solos en Periferico, necesitamos decir que el narco nos gobierna (aunque ciertamente pienso eso) y que tumba aviones para hacer caso omiso de una verdad más escalofriante: somos vulnerables al azar y sus caprichos y ése nos mata en cualquier momento, sin conspiraciones, sin motivos.

Por eso, de momento, prefiero celebrar la vida que tengo, (como dice Iván) la que cuento y contaré, hasta que se acabe la pila o la cinta se rompa.

15 nov 2008

Punto en Línea/Las dunas de Avenida Boca del Rio esquina Bld. Miguel Alemán

Bueno, acaba de salir el número 13 de Punto en Línea. En este número hay poemas de Luis Arce, Víctor Ibarra (como Juan-Juan) y dos poemas míos. Les dejo uno, "Las dunas". Este poema viene, a su vez, en Paraíso en llamas. Como siempre, debo darle miles de gracias a todo el consejo de Punto de Partida, especialmente a Luis Paniagua que fue el primero en invitarme a colaborar a ese proyecto.



Las dunas

sucios arañados
se van como exploradores
al corazón de su existencia
sonrientes resplandecientes

Bernard Pozier

Surfeábamos en las dunas frente al mar
en las tablas de nuestras patinetas

Era el último año de primaria
y éramos capaces de atravesar la selva
cruzar el río a nado
en una incursión nocturna
lanzar huevos/kamikaze hacia las casas
ya deseábamos tener tatuajes y arracadas
pero temblábamos al querer besar a una chica

Conocíamos el mundo de memoria
porque empezaba en el manglar indómito
detrás de la colonia....... y terminaba en el mar
Muchas veces entramos a sus aguas a la media noche
creyendo secretamente que la Tierra era cuadrada
y que de ir muy lejos
encontraríamos el filo de los océanos
por donde se van las cosas
//empezando por la arena//
y ya sabíamos de antemano la sentencia
de que algún día habríamos de caer por ese borde

Pero hicimos el esfuerzo de descuadrar la Tierra
como las ruedas de nuestras patinetas
al ir por la calle creando los conjuros necesarios
para hacer un ollie o un flip
y después fumábamos cigarrillos a escondidas
en los lotes baldíos
al amparo de la hierba que crecía incontrolable

Aprendimos a expandir el mundo
con nuestros tenis rotos
a expandir nuestra voz
en las pocas canciones que sabíamos tocar
No sentíamos pudor
al traer playeras y dijes de Dragon Ball
porque Gokú siempre salvaba el mundo
cada 20 capítulos
no como aquellos mesías
que a nuestro parecer sólo causaban guerras
o el tedio de una clase de catecismo

Al salir de la escuela resguardábamos nuestros límites
con técnicas de vigilancia militar
que nuestros padres llamaban vagancia
Algunos sábados reinventábamos la noche
desde un lugar que nosotros llamábamos secreto
aunque ahora no es más que un patio trasero
Ahí cuidábamos la arquitectura
de las columnas que sostenían nuestro mundo
Después de saltar la barda
entendíamos en una lucidez de hombre prehistórico
a la noche como un sitio
donde las reglas eran de un plástico muy frágil
y el asfalto era tan nuestro
que el planeta entero podía serlo
y algunas veces lo fue

Fue ese momento el primer riff *
de un disco que ahora escuchamos con nostalgia
el diario zape de mi padre
las horas interminables en la dirección
las dos veces que nos detuvo la policía
y todas las ocasiones en que sangramos
por clavos
................. por piedras
......................................por puños
la mayoría por caídas
pero también fuimos grandes aprendices
en el arte de caer
//hasta que empezamos a hacerlo con maestría
limpiándonos el polvo y la sangre al levantarnos
con la intuición de que eso nunca sería diferente//
Mas fuimos gigantes
trepando dunas que bajábamos en patineta
donde ahora sólo hay edificios departamentales

*Véase:Radiohead, "Airbag", Ok Computer, Parlophone, 1997; o las explosiones estelares que salvan el mundo, véase la infancia como una explosión y suciedad y arañazos de todos los días, el fango que algunos extrañan, el descenso a la vida; también véase Smashing Pumpkins, "1979", o cualquier capítulo de Dragon Ball pertinente.

12 nov 2008

Sorpresas te da la vida

Cosa extraña, curiosa:

Andaba navegando entre blogs y encontré el link de la revista Los poetas del 5. Sabía algo de la revista, por lo menos sabía que ahí colabora un poeta joven chileno que he leído atentamente: Germán Gana. Entro a la revista y en la sección de poesía encuentro....... ¡poemas míos! Qué cosa más extraña eso. Ni idea de dónde los sacaron. Bueno, tengo una pista, en uno de los poemas viene una nota al pie que yo mismo le puse. Pero no puedo relacionar a quién le pude haber mandado ese poema y que resultara publicado en Chile. Además resulta que la revista no es sólo electrónica, sino también impresa. De cualquier modo estoy agradecido a la revista y aquien sea que me haya hecho el favor de pasarle mis poemas. Aquí el link.
http://www.lospoetasdelcinco.cl/16/index.html

Por cierto: ¿nadie sabe quién gano el Jaime Reyes?


Acotación al 26 de noviembre: Ya sé quién fue. Marcela Saldaño, poeta chilena hace como un año me había pedido unos poemas y bueno, muchas gracias Marcela. Perdón por olvidarlo.