4 nov 2007

Goya! Goya! Cachún cachún ra ra! cachún chachún ra ra! Goya! Universidad!


1.

Esta imagen es la imagen culminante de uno de los mejores fines de semana que he tenido en mi vida.
Nuevos y complicados pero felices (al fin y al cabo) amores han tocado a la puerta. Nuevas palabras surcan mis labios. Sensaciones que me llevan a pensar que el corazón es una idea y no un músculo.

2.

¿Los países, los pueblos tienen un corazón, una maquinaria indescriptible que apenas es perceptible nombrándola con el nombre de nuestro más importante órgano?

3.

Pumas, 8. Veracruz, 0.

4.

Cuando siento que algo se convulciona me aferro al recuerdo del 12 de abril del 2007. Muse, Palacio de los Deportes. Doce mil personas cantando "And tonight we can truly say togheter we are invincible". Entonces relaciono la voluntad con otras ideas. Una de ellas suele ser que Dios trabaja de formas misteriosas, pero eso lo aprendí viendo Doctor House. También sé que la voluntad mueve cosas más inmensas (y a la vez mucho más pequeñas) que las montañas.

5.

Hacía tanto que no acudía al estadio que podría decirse que era la primera vez que estaba ahí. No sabía lo que pasaría. No sabía que el Rector se despedía del estadio ese día ni que verdaderamente el futbol hace olvidar. Sólo me senté y empezaron a caer los goles. Uno tras otro. Otro y otro y otro más. En algún momento observé el edificio de rectoría y pensé "tres premios Nobel, Patrimonio de la humanidad, gente como Octavio Paz o hasta el Che Guevara en sus aulas". Inmediatamente comprendí que eso es apenas el halo de las cosas que verdaderamente importan.

6.

A veces siento que mi país (lo que sea que eso signifique) se convulciona, junto con el mundo. Y muy de vez en cuando me siento tan impotente e insignificante que me dan ganas de soltar lágrimas, pensando que eso puede cambiar algo. Por lo general no lloro. Suelo ponerme a escribir. No me gusta llorar.

7.

Cuando volví del estadio, ya en casa, me puse a ver mi boleto con una felicidad pocas veces sentida. Nunca había comprendido porqué el futbol es tan grande, importante, para la gente que es aficionada a él. Pero ahora eso era importante también para mí. La batalla donde uno busca que su equipo/tribu gane y gane a su vez algunas batallas que nosotros no pudimos.

8.

Gané muchas batallas gritando GOOOOOOOOOOOOOOOL!

9.

No importa que lo que digo suene patriotico/cursi/simplón. Importa esta vez lo que intento decir. Si a alguien le parece que mi entusiasmo desentona díganme cómo decir lo que quiero decir.

10.

Una vez a Rubén Bonifaz Nuño le preguntaron en un homenaje en la Biblioteca Central qué opinaba de las fotografías que tomó Spencer Tunick en el Zócalo, en el "corazón del país". Groserías más, groserías menos respondió: "El Zócalo es sólo un pinche cuadrado enorme de cemento, el corazón del país está aquí donde nosotros estamos parados". Dos o más minutos de aplausos demostraron que tan de acuerdo estábamos los presentes con él.

11.

Sí, el país se convulciona pero hay algo muy grande que late. No es solamente una universidad. Ésta es apenas la cubierta carnosa de lo que late más fuertemente.
No me da una seguridad, una falsa lucidez dicha afirmación. Sólo algo similar a la esperanza, no por lo que haga o deje de hacer una institución, por grande que sea, sino siempre por lo que está detrás.

12.

Esperanza: Mi madre al verme obvservando con tanta devoción y algunas lágrimas mi boleto me dijo "no es malo llorar por cosas buenas; estuviste en algo emocionante, único". Pero ese boleto es un amuleto, un talismán, un recordatorio: Algo late. No debo olvidarlo. Algo que puedo reconocer en otras cosas, un gol como un conjuro de algo más, unas siglas que recolectan muchas otras, un lema en un escudo. Me reconozco en el reflejo, y muchos más lo hacen también. No debo olvidarlo.